La concentración motorista invernal Pingüinos ha celebrado su 28ª edición del 8 al 11 de enero en el Pinar de Puente Duero de Valladolid. El temporal de nieve permite calificar esta edición como una Genuina Pingüinos.
La jornada inicial del jueves empezó con la aplicación de la anunciada prohibición de la entrada a la concentración de vehículos que no fuesen motos, con lo que se lograba una reiterada reivindicación de la mayoría, que ha mejorado radicalmente el problema de los enormes atascos de anteriores ediciones, ya que, además, desde cerca de 2 km antes de la entrada solo pueden circular motos.
Algunos grupos veteranos en este evento instalan carpas en las que proteger sus tiendas, contando incluso con generador eléctrico, calefacción, nevera y equipo de sonido, logrando un microclima incomparable con el de la generalizada acampada en simples tiendas.
El viernes nos despertamos con las noticias sobre la importante nevada en muchos puntos de España, con lo que se puso de actualidad lo escrito por la organización en su carta de noviembre pasado a los participantes en esta edición: “Queremos volver a las raíces, y ser lo que PINGÜINOS quiere ser, una concentración de motos, un auténtico reto para aquellos motoristas que quieren desafiar al frío, lluvia o nieve, y emprenden un viaje en moto en pleno mes de enero, ese es el reto de PINGÜINOS desde hace 28 años…”. Efectivamente esta edición ha sido ese verdadero reto invernal, que ha sido superado por los más de 18.000 moteros inscritos y que ha impedido llegar a otros 5.000 atascados en el temporal de nieve.
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La tarde del viernes realizamos una excursión hasta Mojados y después nos acercamos a recorrer el centro de Valladolid y cenar de tapas y vinos en los aledaños de la Plaza Mayor antes de regresar a la concentra para celebrar, bajo una importante nevada, la “Fiesta de Nochevieja y Año Nuevo Pingüinero” y entrar en calor gracias al concierto de Coz y a la actuación de The Streepers Show.
Para entonces la nieve ya se había adueñado de las rutas y el regreso a Valladolid de los visitantes locales y de los que pernoctaban en hoteles se convirtió en una dificultosa aventura, con muchas motos caídas y tardando hasta tres horas para recorrer unos 10 km.
A mediodía del sábado tuvo lugar el espectacular y llamativo “Desfile de Banderas” en el que unas ocho mil motos se dirigen hacia el centro de Valladolid, recorriendo sus calles y portando todo tipo de estandartes, provocando la admiración del público congregado a su paso hasta llegar a la Acera de Recoletos, donde los especialistas Emilio Zamora, Narcis Roca, Eric Miazga y el cuarteto Ultimate Burning deleitaron a los aficionados al freestyle con sus vistosas acrobacias.
Tras la comida en Valladolid y la “Cena Pingüinera” en la concentra, el principio de la noche se dedicó al recuerdo y al homenaje a los moteros fallecidos, mediante el emotivo “Desfile de las Antorchas” en la calle Real de Puente Duero.
A continuación los fuegos artificiales se combinaron con la quema de la Gran Falla Pingüinos 2009 en un espectáculo de fuego, luz y color.
De nuevo en la Plaza Pingüinos agradecimos a las The Streepers Show y al concierto de Obus su inestimable colaboración para elevar la temperatura de una transparente y gélida noche en la que los acampados soportaron temperaturas inferiores a diez bajo cero que obligaban a pasar la noche en las carpas discotequeras o en torno a las hogueras como única manera de soportar el frío.
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Tras el “desayuno pingüinero”, la muy fría mañana del domingo se dedicó a desmontar las tiendas de la acampada y a la artesanal colocación de los equipajes en los hierros congelados. Los riders más lejanos inician un goteo continuo de despedidas hasta la próxima edición, aunque todavía quedan muchos que aprovechan para realizar las últimas compras y presenciar el acto de clausura, con los habituales trofeos, regalos y sorteo de una moto, y con la entrega de los anuales “Pingüinos de Oro”, que este año se han adjudicado al Ayuntamiento de Valladolid y a los pilotos Iván Cervantes (Subcampeón del Mundo de Enduro) y Toni Bou (Campeón del Mundo de Trial). Entre los trofeos hay que resaltar los otorgados a dos pilotos inscritos con más de 80 años de edad.
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La edición del año 2008 había dejado un mal sabor de boca generalizado por los interminables atascos, la escasez de leña y los contumaces quema-ruedas nocturnos. Es justo decir que en esta edición del 2009 la organización ha conseguido corregir en gran medida las citadas deficiencias logrando además, a pesar de las inclemencias del tiempo, un buen nivel de satisfacción entre los inscritos.
Aunque no se ha llegado a los 30.000 inscritos de la anterior edición, el presidente del club organizador Turismoto, Mariano Parellada, ha declarado, respecto a los más de 18.000 inscritos de este año, que, dada la adversa climatología y el estado de las carreteras, “tiene mucho más valor que estén tantos aquí”.
(artículo para la revista Custom Machines num. 128)
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